sábado, 16 de julio de 2011

¿Qué estamos haciendo?

     Si hacemos una excursión a través del tiempo hasta encaramarnos al principio más remoto de nuestra existencia, cuando el ser humano empezaba a dar sus primeros pasos sobre la faz del planeta y apenas tenía consciencia de sí mismo, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que no existía la desigualdad, apenas se atisbaban esbozos de jerarquía y por supuesto el sometimiento de unos con respecto a otros era algo desconocido. Podríamos aventurar que, en cierta medida, éramos iguales.
     Un buen día, hizo acto de aparición el primer "iluminado", porque no lo podemos catalogar de otra forma, arguyéndose la potestad de interpretar los designios de aquellas fuerzas desconocidas, tan poderosas como caprichosas, que bajo su implacable tiranía propiciaban la vida o castigaban con la muerte según su antojo. A partir de ese momento, y gracias a la irrupción de esta nueva figura de referencia, la idisosincrasia del Hombre cambió; la escala jerárquica se instauró, las diferencias sociales se acentuaron y las desigualdades hicieron acto de presencia.
     Comenzaron a aparecer grupos que se creían más especiales, mejores y únicos con respecto a sus demás compañeros de viaje. La semilla que iba a dar paso a esta nueva concepción estaba a punto de germinar; considerarse superior al resto trae consigo condicionantes tales como arrogarse la licencia de explotar, esclavizar y asesinar tanto a los de tu misma especie como al resto... con una impunidad, si cabe, aún mayor. Las bases que establecían una línea de pensamiento para dar forma a la discriminación quedaban sentadas.
     De esta guisa tenemos distintos tipos de discriminación, el racismo, el sexismo, la misoginia o el antisemitismo son la punta de lanza de un largo etcétera de "ismos" y, por supuesto, en el que me voy a centrar... el especismo, que a grandes rasgos sería el derecho que se otorga, unilateralmente, el ser humano de explotar, esclavizar y asesinar a otras especies. Antes de continuar con mi exposición quiero recalcar que NO se puede elegir entre formas de discriminación, todas son igualmente detestables. No me vale en absoluto que alguien esté en contra del racismo y no haga lo propio con el antisemitismo; la discriminación es despreciable por definición, venga de donde venga.
     Y ahora vamos ya con las víctimas olvidadas de este mundo... los animales. Para mí hay una regla fundamental, una regla de oro que dice "no hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti", los animales entran, evidentemente, en la categoría de "otros".
     Voy a denunciar con suma vehemencia lo que sucede en los mataderos, lugares terribles e ignominiosos, que consituyen vil morada de abusos tanto físicos como psicológicos en los animales.  La piedad es una palabra desconocida por estos lares de sufrimiento y horror más absoluto. Se producen desgarradoras torturas, dolorosísimos desmembramientos y finalmente el asesinato. Lo más aterrador de toda esta barbarie es que estas víctimas inocentes, conscientes de sí mismas y de lo que les rodea, saben perfectamente dónde van  y lo que les va a suceder. En este preciso instante, mientras estás leyendo mis palabras, centenares de campos de concentración rodantes circunvalan las carreteras del  país portando en su interior un ingente número de animales hacinados, estresados y asustados en dirección a estas lúgubres casas de matanza. Cuando llegan a los mataderos están tan sumamente aterrorizados que son incapaces de salir por si mismos del camión No son estúpidos. Saben cual es el siguiente paso. Los matarifes van a por ellos con unas varas electrificadas y a la fuerza los desalojan de los camiones conduciéndolos hacia su propia muerte o si son lo suficientmente pequeños, como los pollitos, los cogen con las mismas manos y los arrojan literalmente en la zona de sacrificio. Una vez dentro, estos seres que sienten y padecen, se les cuelga boca abajo, totalmente conscientes de lo que está ocurriendo y obligados en contra de su voluntad, donde son troceados en cientos de pedazos. Lo más espeluznante es que antes de asistir a su propia muerte están oyendo los gritos de dolor, deseperación y agonía de los que les preceden...




         
      Pero ¿sabéis qué es lo peor de todo esto? LOS QUE SE LOS COMEN. Gente que va caminando por ahí, como el que no quiera la cosa, dándolselas de seres pacíficos que no causan daño a nadie... como si alimentarse de violencia y muerte fuera algo normal. Os voy a hacer una pregunta retórica, ¿cómo os sentiríais si el día que visteis la luz por primera vez ya se hubiese planificado vuestra ejecución? Seguro que clamaríais al cielo despotricando y maldiciendo a los cuatro vientos por tamaña monstruosidad e injusticia, ¿verdad? Es lógico. Pues esto que habéis tachado como algo deleznable e inhumano es el triste destino que tiene ser pollo, pato, vaca, cerdo u oveja en nuestro planeta. Este tipo de comportamiento es inexcusable en una especie que en teoría sabe discernir entre lo que está bien y lo que está mal. Estos seres inofensivos y nobles no nos han hecho absolutamente nada para que los tratemos así, con semejante ira y crueldad.
     Tras leer toda esta argumentación, verídica para vergüenza de nuestra especie, quiero que seas consciente de una cosa... a partir de este mismo instante y quizá por primera vez en tu vida puedes participar activamente en acabar con una masacre. Puedes ser el protagonista principal de un episodio cuyo argumento principal es salvar a seres bondadosos de la tortura y el asesinato. Reflexiona, medita y haz que tus acciones desemboquen en un puerto donde no ondee la bandera del sufrimiento y la muerte.  A partir de ahora ya no vale sentarse en el salón de casa y compadecerse por las víctmas del terremoto de Lorca, poner un adhesivo en el coche en el que ponga "quiero a los animales" o llorar después de ver la película de Hachiko. NO VALE. ¿Desde cuando sentirse triste soluciona los problemas? Una tragedia tan evidente como la que estamos abordando y de la que tú puedes ser actor puede llegar a sacar lo mejor de nosotros mismos, convertirnos en mejores personas, independientemente de lo que haga el vecino.
     Como estás comprobando no soy un político mediocre que intenta regalarte el oído para sacarte un voto, ni tampoco soy un charlatán que pretende engatusarte para que le compres la vajilla que nunca se ensucia... estoy aquí para escribir de la peor forma de crueldad y violencia que tiene lugar en nuestro mundo. De decirte que puedes pasar por esta vida causando el menor daño posible y que te sientas bien por ello. No necesitamos comer carne, pescado o cualquier derivado que provenga de los animales y no dejar de tener por ello una dieta sana y nutricionalmente equilibrada.
     Te invito a que leas sobre el veganismo, que te informes, que investigues... te darás cuenta de que hay otras formas de vivir la vida en armonía y respeto con los seres que comparten nuestro espacio, sin necesidad de maltratarlos, vejarlos y matarlos. Ve más allá de los convecionalismos arcaicos basados en la atrocidad que provocan sangrantes realidades como las de estos vídeos.  ACTÚA







2 comentarios:

  1. Cuando entro en este Blog siento muchas cosas que me gustan y de entre todas esas sensaciones, destaco una que me reconforta especialmente y es que aquí "ME SIENTO EN CASA" (y esto no me sucede muy a menudo). Así que no me da miedo compartir con vosotros las "metidas de pata" y los errores que cometo debido a mi condición de PRINCIPIANTE en este camino que inicio hacia la coherencia y el respeto a los animales. De manera que paso a contar la "complicación" que supone algo tan "inocente" como ir a comprar a un supermercado...Quedamos unos cuantos para ir a hacer la compra y nunca me hubiera imaginado que ir a un supermercado fuera como visitar UN UNIVERSO PARALELO y lo és...esta noche vamos a cenar en casa de un amigo y empezamos a hacer la compra...Bebidas: Cada uno coge lo que quiere, no hay peligro (pienso yo) y continuamos hacia la zona de la carne (mmmm...la cosa se complica). Entonces, propongo que nos "dispersemos" (y soy consciente de que elijo un término ¿militar?). Me voy a la parte de las verduras y preparo mentalmente la "estrategia" (vaya...otra vez, tengo que tranquilizarme), lleno el carro de las cosas verdes que YO quiero comer esta noche. Ahora me dirijo a la sección de panes, bollos y demás...y cojo una bolsa de pan. Disimuladamente me la acerco a la cara y leo la etiqueta de composición, entre otros componentes (unos dos mil) aparece: "manteca de cerdo". Lo suelto. Sigo, ya sin disimulo, leyendo etiquetas de composición y más de lo mismo ¿sabrá esta gente lo que compra? y me INDIGNO pensando que nos toman el pelo. A fondo. Voy entonces a la sección de congelados porque tengo que comprar helado de chocolate y sigo leyendo etiquetas...así que me decido por un granizado de limón (mis amigos me van a matar). Continúo mi "incursión" por "territorio hostíl", sintiendo que mi curiosidad está desbordada y atrapo una bolsa de langostinos congelados, aparece el término: "pesca extractiva" y me pregunto ¿De qué otra manera podría ser la pesca? y "extractiva" me suena mal, me suena a "sacar a la fuerza", a exprimir, a...¡passsso, me voy de aquí!...Y de repente me doy cuenta de que mi móvil está sonando, descuelgo y ¡¡¡¿¿¿DÓNDE ESTÁS??? llevamos media hora esperando en la caja!!!, Ya, ya voyyyyyyy. Aterrizo en la caja y suspiro. ¿Qué te pasa? ¡Estás rarísima!. NADA, NO ME PASA NADA, contesto, mientras miro los productos que hay depositados en la cinta. Hay mucha carne y entonces me siento triste y recuerdo que en una ocasión me enseñaron a diferenciar entre la sensación de enfado y la de tristeza. Yo estoy las dos cosas. El punto culminante llega cuando me fijo en uno de los productos que han comprado...es PATÉ...No, no me siento enfadada, lo que siento es ira y mentalmente cojo por el cuello a uno de mis "amigos" y muy cerca de la cara le grito: ¿¿¿SABES CÓMO SE CONSIGUE EL PATÉ IMBÉCIL??? y teniéndole bien agarrado decido que en lugar de explicárselo voy a "alimentarlo" de la misma manera que alimentan a patos y gansos. La voz de la cajera hace que reaccione y "salgo" de mis pensamientos. Ya en el aparcamiento voy reaccionando y me relajo pensando que tanto despropósito es resultado de la ignorancia...y como yo, cada vez estoy más informada, decido no ir a cenar y dulcemente les digo: UPS, LO SIENTO...ME HA SURGIDO UN IMPREVISTO...Y NO PODRÉ IR A CENAR CON VOSOTROS. Verdaderamente es cierto eso de que todos tenemos un "sitio", un entorno donde ser nosotros mismos. Es dificil encontrar "ese" sitio. Yo, aún sabiendo que tengo que dar con el mío, por lo menos voy sabiendo qué es lo QUE NO QUIERO... María Iglesias

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  2. No he podido ver los videos en su totalidad,,,Cada vez como menos carne y creo que menos voy a comer a partir de ahora,,, No me llegan las fuerzas ni me salen las palabras ante tanta tortura,,

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